En este particular (como en otros tantos) no solo cuenta el interior. El exterior de una vivienda es tan importante como el interior, al menos en cuestión de calidades y prestaciones. El diseño exterior es un aspecto que puede parecer más bien técnico, pero la estética es tan importante para el arquitecto como puede serlo la ubicación de una estancia. Todo diseño debe llevar la impronta de quien lo realiza, y el exterior, es donde se ve la firma del diseñador. Los materiales, acabados y la ubicación de puertas y ventanas, por ejemplo, son elementos funcionales, pero con una labor estética importante. Puedes modificar colores, materiales, texturas y darle a una vivienda ese aspecto que más te guste. Ni siquiera es necesario hacer un diseño desde cero para concederle a una vivienda un nuevo aspecto.
Rediseñar y reinventar viviendas es un asunto decorativo muy de moda. Gracias a la infinidad de opciones existentes, cualquier vivienda desfasada en el tiempo y que requiera de una rehabilitación, puede estar revestida a la última. Revestimientos de todo tipo y con acabados en diferentes materiales, tejados y cubiertas, a juego… Y los remates, a conveniencia. Todo un mundo de posibilidades a disposición de todo aquel que quiera darle un nuevo aspecto a su vivienda. Los profesionales de Cubiertas Estévez, como profesionales en cubiertas y tejados, saben bien de la importancia que hay que darle a los aspectos externos de la vivienda. No solo se trata de la calidad de los materiales con los que se fabrique el edificio en cuestión, el aspecto que los mismos van a conceder a la edificación, es fundamental para lograr resultados, sorprendentes.
Todos sabemos que, con el paso del tiempo, las viviendas pierden su esplendor. Las inclemencias del tiempo aunado a los cambios de la sociedad, sus gustos y la aparición de nuevos materiales, hace que algunas, luzcan con un aspecto anticuado y viejo que hay mejorar.
No es raro encontrar viviendas en las que el interior ha sido reformado integralmente, luciendo un exterior totalmente opuesto. Poco se repara en este aspecto de la vivienda y se le brinda poca atención, algo que no debería ser así, puesto que el exterior, es igualmente parte de la vivienda. La cuestión es que, se tiene la idea errónea de que actualizar una fachada exterior es un gasto innecesario. Sin embargo, no es así, rehabilitar la fachada exterior de una vivienda, es una inversión que no solo va a otorgar una nueva vida a esa vivienda y un mayor atractivo, a su vez, se evitan problemas que pueden repercutir en el interior de la misma.
Posibilidades infinitas
Como sucede a la hora de llevar a cabo una reforma interior, renovar el exterior de una vivienda, puede ser como la obra de El Escorial, casi eterna. Todo va en función del presupuesto y las pretensiones de cada uno. Algunas de las ideas más llevadas a la práctica son las que vamos a exponer a continuación. Cabe señalar que cuando hablamos de este tipo de actuaciones, se refieren a viviendas tipo chalet, casa unifamiliar, etc. Los edificios y comunidades de pisos, quedan fuera de estas posibilidades por razones más que obvias.
Aclarado este punto, una de las opciones más factibles, es colocar un recubrimiento. Ante una fachada de ladrillo pasado de moda (quien nos iba a decir que los ladrillos y sus formas pueden pasar de moda), utilizar recubrimientos de otros materiales, proporcionan un mejor aspecto, mejor aislamiento a nivel interior y, por supuesto, tapas posibles desperfectos, grietas o fisuras que se hayan podido hacer por el paso del tiempo. Hoy en día, el mercado ofrece un gran surtido de materiales diseñados exclusivamente para las fachadas: desde metálicos como el aluminio y el acero, hasta el cemento, pasando por el hormigón y los cerámicos, sin olvidar recubrimientos de vidrio e incluso, piedra natural.
Para los más verdes, otra opción de revestimiento, con una tendencia creciente, son los jardines verticales. Este tipo de revestimiento ofrece beneficios adicionales como la purificación del aire, una mayor reducción de la temperatura ambiental, reducción del ruido tanto interior como exterior y una barrera resistente al fuego como pocas. Además de resultar tan atractivo a la vista como un jardín tradicional. Eso sí, los cuidados que necesite hay que llevarlos a cabo.
Los amantes de lo rústico y lo natural, cuentan con una extensa variedad de recubrimientos de madera para cubrir cualquier necesidad. Aunque la vivienda cuente ya con un exterior de madera, el envejecimiento de las mismas no es igual para todas, por lo que hay que tener en cuenta, que hay que efectuar un mantenimiento adecuado para prolongar su vida y mantener su buen aspecto.
A parte de los revestimientos con los que se puede cubrir la fachada, hay que prestar atención a otros aspectos del exterior. Los elementos de hierro que pueden estar dispuestos de diferentes formas y formar parte de varias partes de la fachada, deben estar unificados en color, así proporciona un aspecto más ordenado y estético a la fachada. Estos elementos también requieren de un mantenimiento anual para mantener su funcionalidad y su estética.
Diseño y materiales, combinación ganadora
A cada diseño, su material. Puede parecer una falacia, pero un diseño rústico acabado en plástico quedaría un tanto raro, al igual que un diseño futurista en madera. Así que hay que darle a cada diseño su acabado para que luzca como debe.
De hecho, la arquitectura, siempre tiene sus tendencias y preferencias, al igual que la decoración de interiores. A diferencia de la decoración, la elección de los colores, acabados y materiales, no pueden cambiarse al antojo y gusto particular de cada uno, cada vez que cambia la tendencia. Por eso hay que ser meticulosos a la hora de elegir la vivienda y la estética que debe tener o, a la hora de renovar ese exterior, que estilo se busca.
Prevalece una tendencia de formas geométricas voluptuosas e imponentes que combinan con materiales resistentes y duraderos, fáciles de instalar. Por lo que las viviendas a recubrir no desentonarán con la tendencia si sus formas son limpias y admiten acabados versátiles que permitan a su vez, jugar con las texturas. La tendencia es utilizar el mismo material con dos acabados diferentes, mate y brillo que aporta elegancia y modernismo a la fachada.
Aunque siguen vigentes los ladrillos que, por si solos, ofrecen una textura inigualable que tanto vale para edificaciones modernas como rústicas. El ladrillo combina en cualquier entorno y con casi cualquier otro material.
Los acabados de madera, son unos de los más demandados, su versatilidad les ha concedido ese honor, pues las viviendas revestidas con este material pueden recordar otras épocas o adentrarnos en un futuro lejano. Los diseños que combinan este material con otros elementos, pueden llegar a evocar lugares inimaginables.
Clásicos que no pasan de moda como la madera, alguno queda: la piedra es otra de las soluciones más elegantes para la decoración moderna. Interior y exterior agradecen siempre este material. Estética y funcionalidad convierten a este material en uno de los más resistentes, además, son naturales y sostenibles.
La combinación de estos materiales entre sí, proporciona unos resultados asombrosos y que no dejan indiferente a nadie que los contemple.
Uno de los materiales que empiezan a cobrar notoriedad para el revestimiento de las fachadas, sea de nueva construcción, sea para reformar, es el cemento pulido. Si lo mezclas con elementos de metal y de madera, el resultado es un aspecto industrial que promete que tu casa, no pase desapercibida.
Viviendas y edificios de la postguerra se erigieron con hormigón, luciendo un aspecto fuerte, sólido y frío. Hoy vuelve a estar presente y algunos, lo utilizan con maestría para revestir su vivienda o construir una nueva.
Plástico, metal y vidrio son una solución diferente para revestir fachadas que presenten durabilidad y resistencia frente a las diferentes condiciones a las que el clima somete a las viviendas. Materiales sostenibles que, profieren textura a las fachadas, cuanto más minimalistas, mejor.
La lista de materiales no termina aquí, son tantas las opciones y posibilidades que no terminaríamos nunca. Pero queremos añadir que otros elementos hacen que las fachadas luzcan todavía más, como por ejemplo, la luz. Iluminar la fachada desde abajo o desde arriba, según los acabados es una forma de resaltar esos pequeños detalles que pasan desapercibidos. Se lleva hacerse notar y, hacer notar que la fachada que acabamos de reformar es un alarde de diseño, vanguardia y novedad, se hará mejor si contamos con la iluminación adecuada.
Aunque no se le presta la atención que se merece y corresponde, las fachadas de las viviendas, deben ser tenidas en cuenta, por muchas razones. No solo la cuestión estética y del diseño, los aspectos técnicos también. No hay que olvidar que la fachada es el contenedor de la vivienda. Sin ella, lo que hay dentro no tendría muchas posibilidades de mantenerse en buen estado. Así que procurar que la fachada de la vivienda este en buenas condiciones y tenga un aspecto cuidado y bonito no es una opción, es una obligación.