No son pocas las ocasiones en la que acudir a la farmacia sin pasar previamente por la consulta del médico, resuelve nuestro problema. La figura del farmacéutico o farmacéutica es tan conocida en nuestra sociedad como importante el papel que en ella desempeña. Al igual que en todos los sectores, el de las farmacias ha seguido su curso y ha evolucionado de forma notable, pero sin perder ni un ápice de esa cercanía de la que los profesionales del sector han hecho gala. Al menos en las farmacias de barrio donde el trato es personal y basado en una confianza mutua.
Los tiempos han cambiado y los farmacéuticos o farmacéuticas ya no están facultados para dispensar los medicamentos como se hacía hace unos años. La necesaria receta para poder obtener un medicamento como el ibuprofeno, ha mermado en gran medida esa autosuficiencia que, basada en su conocimiento, les permitía ayudar a los clientes a solucionar muchos de sus males. Al menos los más sencillos. Siempre con una recomendación a mano y un buen asesoramiento, estos profesionales, son los más respetados del sector. Evidentemente, cuando hablamos de farmacias y farmacéuticos o farmacéuticas, nos referimos al despacho de los medicamentos in situ y no a la gran industria que lo rodea.
Entrar en las boticas de antes, rezumaba sabiduría. Eran lugares enigmáticos en los que solo podías ver lo que estaba delante de tus ojos. Lo interesante, se escondía en las reboticas. Todo eso ha cambiado y, aunque la rebotica es fundamental, entrar en una farmacia como la Farmacia del Ancla, te hace pensar que estas en un comercio como otro cualquiera: grandes espacios, infinidad de productos a la vista para que puedas ver el género y una excelente iluminación. Sin olvidar el equipo humano, siempre dispuesto a atenderte con una sonrisa.
Mientras que antes ibas a la farmacia a por medicamentos o por razones muy concretas, ahora puedes acceder a una serie de servicios en el mismo establecimiento. La oferta es cada vez más amplia y es posible salir de una farmacia con un perfecto conocimiento de algunos aspectos de tu salud a los que debes poner mayor atención.
Más que una farmacia
En el año mil novecientos noventa y siete, se establecieron por ley una serie de servicios básicos que debía ofrecerse en una farmacia. Dichos servicios deben proporcionarse a los ciudadanos desde la oficina de farmacia y son fundamentales para garantizar una correcta y adecuada atención sanitaria, contribuyendo al bienestar de los pacientes. Dentro de esos servicios básicos se encuentran los siguientes:
- La adquisición, custodia, conservación y dispensación de medicamentos y productos sanitarios. La farmacia tiene el cometido de asegurar la disponibilidad y calidad de los medicamentos necesarios para tratar las diversas enfermedades que se pueden padecer por parte de la población. Al mismo tiempo se encarga de proporcionar todo tipo de productos sanitarios para promover el cuidado de la salud.
- La verificación y gestión adecuada de las recetas médicas para garantizar un uso y seguimiento responsable de los diferentes tratamientos médicos prescritos.
- La atención en zonas desatendidas en lugares en los que no existen oficinas de farmacia, el farmacéutico o farmacéutica a la población.
- Informar y hacer seguimiento sobre los tratamientos farmacológicos, ofreciendo orientación a los pacientes en todo lo relacionado con los medicamentos que están tomando.
- Colaborar en farmacovigilancia, cooperando con los organismos competentes y responsables en la detección y consiguiente notificación de las posibles reacciones adversar que producen algunos medicamentos.
- Colaborar en programas de promoción de la salud, participando en los programas que las Administraciones Sanitarias impulsan para garantizar la calidad de la atención farmacéutica y sanitaria en general.
- Formarse y estar informados para promover un uso racional de los medicamentos.
- Coordinarse con los servicios de salud de las Comunidades Autónomas, colaborando con las estructuras asistenciales de los servicios de salud y asegurar que la atención este coordinada y sea de calidad.
- Colaborar en la formación universitaria, participando en la formación de los futuros farmacéuticos y farmacéuticas, siguiendo las Directivas Comunitarias y la normativa estatal y universitaria.
Por si fueran pocos los servicios que una farmacia debe ofrecer de manera obligatoria, las farmacias comunitarias, pueden ofrecer otra serie de servicios complementarios. Estos servicios, evidentemente están relacionados con la salud y deben estar dentro de la regulación establecida por las leyes de Ordenación Farmacéutica de cada Comunidad Autónoma. Los diferentes servicios se centran en ofrecer una atención integral y personalizada a los pacientes, garantizando su seguridad, eficacia y la calidad en el marco del tratamiento de sus enfermedades.
Además, ofrece servicios adicionales y productos que mejoran la calidad de vida de las personas, desempeñando un papel esencial en la prestación de los servicios básicos de salud a la comunidad. Gracias a las farmacias, se garantiza el acceso a los medicamentos y productos sanitarios, ofreciendo una atención especializada y colaborando directamente en la promoción de la salud de la ciudadanía.
Servicios que puedes encontrar en tu farmacia
Como comentábamos al principio de este post, cada vez es más frecuente entrar en una farmacia y encontrarse una serie de servicios adicionales. Hace unos años, podías encontrar una báscula para pesarte y un tensiómetro para medir tu tensión. Ahora, esa báscula implica un servicio y ese tensiómetro, otro. Ambos, dentro de una cartera de la que vamos a hablar a continuación.
En una farmacia puedes encontrar asesoramiento en nutrición de carácter personalizado. Cada vez es más habitual decantarse por la nutrición saludable. Las farmacias han aprovechado esa coyuntura y ofrecen servicios de asesoramiento individualizado a todos aquellos clientes que quieran mejorar su dieta y hábitos alimentarios. Así como a todos aquello que necesiten controlar su peso o tengan unas necesidades especiales por diversas razones. Es posible encontrar en la farmacia un nutricionista o dietista cualificado para realizar evaluaciones y plantear planes de alimentación adaptados a las necesidades y objetivos de cada persona.
Otro servicio semejante, es el que se centra en el cuidado de la piel. Nada como acudir a una farmacia para encontrar soluciones adecuadas y adaptadas a cada problema. Este es uno de esos servicios estrella: la dermocosmética. Las farmacias que ofrecen este servicio, pueden realizar análisis de la piel, determinar la humedad, elasticidad y grasa que contienen y ofrecer recomendaciones específicas y determinadas con productos adecuados a cada tipo de problema.
Los servicios para dejar de fumar, son por igual, cada vez más frecuentes en las farmacias. Estos programas incluyen asesoramiento y seguimiento personalizado, además de poder adquirir in situ los productos necesarios para ayudar a dejar el hábito.
También es posible acudir a una farmacia y encontrarse la posibilidad de realizar monitoreo de la presión arterial y la glucosa en sangre. Esto ayuda a los clientes que tienen afecciones crónicas como la hipertensión o la diabetes a que puedan mantener un control adecuado de sus niveles sin necesidad de acudir al centro de salud. Algo muy beneficioso sobre todo para personas de avanzada edad o con movilidad limitada.
Si acudes siempre a la misma farmacia a adquirir tus medicamentos, es posible que te realicen un programa de seguimiento farmacoterapéutico aparte de la dispensación de los mismos. Esto implica la revisión de los medicamentos, especialmente en clientes que tienen varios tratamientos al mismo tiempo. Un farmacéutico o farmacéutica está perfectamente capacitado para analizar la posible interacción de los distintos medicamentos, evitar duplicidades y resolver todo tipo de dudas sobre su uso y aplicación adecuados. En muchas ocasiones, mejor que el propio médico que los receta.
Cada vez es más fácil encontrar en las farmacias servicios relacionados con la salud sexual. En ellos se proporciona todo tipo de información o se realizan talleres en los que se habla sobre la prevención de las enfermedades de transmisión sexual, uso de productos de higiene femenina, métodos anticonceptivos, etc. Así como las diferentes pruebas de diagnóstico para detectar posibles infecciones o simples pruebas de embarazo.
Algunas farmacias más vanguardistas, también ofrecen dentro de su cartera de servicios, la posibilidad de realizar un análisis capilar con el que poder poner remedio a la incipiente alopecia o solucionar problemas relacionados con el cuero cabelludo.
En definitiva, las farmacias son algo más que un dispensario de medicamentos. Desempeñan un papel esencial dentro del ámbito de la salud y a nivel social, pues sin ellas, la adquisición de los diferentes tratamientos y productos para la salud, no sería posible. Como vemos, una farmacia garantiza el acceso a dichos productos, al tiempo que ofrece una serie de servicios adicionales que de otro modo deberían buscarse en sitios muy diversos y no siempre accesibles.
Las farmacias más actuales y vanguardistas, son verdaderos centros de la salud, en los que puedes encontrar todo tipo de productos sanitarios, medicamentos y servicios de todo tipo, relacionados directamente con el mantenimiento y la mejora de la salud personal. Todo esto sin tener que acudir a la consulta de un especialista, pues se encuentra unificado en un solo lugar, con una atención profesional, cualificada y por supuesto, cercana y amable, aspecto fundamental cuando se trata de nuestra salud: sentir un trato amable hacia nuestras preocupaciones.