El zapato es importantísimo a la hora de practicar deporte. De hecho, si no tienes un zapato adaptado a tus necesidades podrías, incluso, lesionarte. No importa si eres un atleta experimentado o si acabas de empezar a moverte un poco ahora: has de saber que la elección de los zapatos puede marcar la diferencia entre una sesión de entrenamiento cómoda y efectiva, o una experiencia dolorosa que podría terminar en lesión.
A continuación, te ofrezco una guía detallada para ayudarte a elegir el calzado deportivo que mejor se adapte a tus necesidades, teniendo en cuenta que cada pie es diferente y requiere atención personalizada.
Tipos de calzado deportivo
Antes de entrar en los consejos específicos, es fundamental entender que no todos los zapatos deportivos son iguales. Dependiendo del tipo de deporte que practiques, necesitarás un tipo de calzado específico:
- Zapatillas para correr (running): Diseñadas para absorber el impacto repetido de correr, generalmente tienen amortiguación extra en el talón y la suela. Son ligeras y flexibles para permitir el movimiento natural del pie.
- Zapatillas para caminar: Similares a las de correr, pero con menor amortiguación y una suela más rígida para proporcionar mayor estabilidad en pasos continuos.
- Zapatillas de baloncesto: Tienen una suela más gruesa para proporcionar amortiguación adicional durante los saltos y caídas, y un soporte en el tobillo más alto para evitar lesiones.
- Zapatillas de entrenamiento o CrossFit: Son versátiles y diseñadas para soportar diferentes tipos de ejercicios, desde levantamiento de pesas hasta ejercicios de cardio. Proporcionan un buen equilibrio entre estabilidad y flexibilidad.
- Botas de fútbol o calzado de césped: Estas tienen tacos en la suela para proporcionar tracción en superficies blandas, como el césped o la tierra.
- Zapatillas de tenis: Estas tienen una suela más plana y más resistente para soportar los movimientos laterales rápidos que son característicos de este deporte.
- Calzado para deportes de interior (voleibol, balonmano, etc.): Estas zapatillas están diseñadas para proporcionar agarre en superficies interiores resbaladizas, como las canchas de madera, y ofrecen soporte adicional para movimientos rápidos y saltos.
Cada pie es diferente
Todos los pies son diferentes, y de eso no hay ninguna duda. Existen diversas variaciones en la forma, tamaño y tipo de arco que influyen en la elección del zapato adecuado. Por eso, antes de elegir un calzado deportivo, es fundamental que conozcas tu pie:
- Tipo de arco: Puedes tener un arco normal, un arco alto (pies cavos) o un arco bajo (pies planos). El tipo de arco influye en la forma en la que tu pie golpea el suelo, lo que afecta la necesidad de amortiguación y soporte.
- Pronación: La pronación es el movimiento natural de rotación del pie hacia adentro al caminar o correr. Si pronas demasiado (sobrepronación), necesitas zapatos que proporcionen estabilidad adicional. Si no pronas lo suficiente (supinación), necesitarás calzado con más amortiguación para absorber el impacto.
- Tamaño del pie: También has de conocer la longitud y la anchura de tu pie, ya que el ajuste correcto es crucial para evitar ampollas, dolor y otros problemas. Además, recuerda que los pies tienden a hincharse durante el ejercicio, por lo que un zapato que parece ajustado en la tienda podría volverse incómodo durante una carrera larga.
Una vez sabido esto, viene el momento de pasar a los consejos específicos para elegir el mejor zapato deportivo.
10 Consejos para elegir el mejor zapato deportivo para ti
- Conoce tu tipo de pie antes de comprar: Antes de decidirte por un par de zapatillas, es crucial que sepas cuál es tu tipo de pie. Puedes hacer una prueba sencilla en casa llamada la «prueba del mojado»: moja tu pie y pisa en un trozo de papel. Si ves una huella completa, tienes pies planos; si ves una conexión delgada entre el talón y la parte delantera del pie, tienes un arco normal; si apenas ves conexión entre las dos partes, tienes un arco alto. Este conocimiento te ayudará a elegir un zapato que ofrezca el soporte adecuado para tu tipo de pie.
- Elige el calzado adecuado para el deporte que practicas: Este es uno de los errores más comunes que se cometen. Usar zapatillas de correr para hacer levantamiento de pesas o calzado de baloncesto para correr largas distancias puede ocasionar lesiones. Cada deporte implica movimientos diferentes y, por lo tanto, requiere un calzado especializado. Asegúrate de elegir un zapato diseñado específicamente para la actividad que vas a realizar.
- Compra al final del día: Los pies tienden a hincharse a lo largo del día debido a la actividad y la gravedad. Comprar zapatos al final del día te asegura que el calzado que elijas tenga un ajuste cómodo incluso cuando tus pies estén ligeramente hinchados, lo que es probable que ocurra durante el ejercicio.
- Prueba los zapatos con los calcetines que usarás durante el deporte: Un error que muchas personas cometen es probarse zapatos deportivos con calcetines demasiado delgados o sin calcetines. Asegúrate de llevar a la tienda los calcetines que usarás normalmente durante tu actividad deportiva. Esto garantiza que el zapato se ajuste correctamente cuando estés practicando deporte.
- Verifica el ajuste adecuado: Cuando te pruebes los zapatos, asegúrate de que haya al menos un espacio del ancho de un dedo entre tu dedo más largo (que no siempre es el pulgar) y el extremo del zapato. Tus dedos deben poder moverse libremente dentro del zapato, pero no tanto como para que el pie se deslice. El talón debe estar bien sujeto para evitar que se salga al caminar o correr.
- Prueba la flexibilidad del zapato: Un buen calzado deportivo debe doblarse en el mismo lugar donde tu pie se dobla naturalmente, generalmente en la parte delantera. Si el zapato es demasiado rígido o se dobla en el lugar equivocado, no seguirá los movimientos naturales de tu pie, lo que puede causar molestias o lesiones.
- No te dejes llevar solo por las marcas o la moda: Aunque es tentador elegir las zapatillas que están de moda o que llevan tus atletas favoritos, lo más importante es que el zapato sea adecuado para ti. No todas las marcas fabrican zapatos que se adaptan bien a todos los pies, así que es mejor priorizar la comodidad y la funcionalidad antes que la apariencia o la marca.
- Considera la durabilidad y la frecuencia de uso: El calzado deportivo tiene una vida útil limitada. Si entrenas con regularidad, tus zapatillas podrían desgastarse más rápido de lo que piensas. Unas zapatillas para correr, por ejemplo, deberían reemplazarse cada 500 a 800 kilómetros, dependiendo de factores como tu peso y el tipo de terreno en el que corres. Asegúrate de elegir un calzado que sea lo suficientemente duradero para tu nivel de actividad y reemplázalo cuando notes signos de desgaste.
- Prueba el zapato en movimiento: En muchas tiendas de deportes te permiten probar las zapatillas caminando o corriendo en una cinta. Aprovecha esta oportunidad para sentir cómo se comportan en acción. Un zapato puede sentirse cómodo al estar quieto, pero podría causar molestias cuando te mueves. Asegúrate de que se sientan bien tanto al caminar como al realizar movimientos típicos del deporte que practicas.
- Consulta a un especialista si tienes problemas específicos: Si tienes problemas recurrentes en los pies, como fascitis plantar, espolones óseos, dolor en los talones o cualquier otro problema, es recomendable que consultes a un podólogo o a un especialista en calzado deportivo. Ellos pueden ayudarte a encontrar un calzado específico o incluso recomendarte plantillas personalizadas que te ayudarán a aliviar el dolor y mejorar tu rendimiento.
Los podólogos especializados de la Clínica Podológica Oltra nos ofrecen, además, otro consejo muy útil: “En cualquier momento que tenga el mínimo problema con sus pies, acuda a un podólogo profesional, que le ayudará y le aconsejará en el cuidado diario de sus pies, y evitará que el problema derive en un mal mayor”.
Otros consejos adicionales para una elección adecuada
Además de estos consejos básicos, hay otros detalles que pueden influir en tu elección:
- Materiales transpirables: Elige un zapato que esté hecho de materiales que permitan la ventilación para mantener tus pies frescos y secos. Esto es especialmente importante si practicas deportes de alta intensidad o en climas cálidos.
- Amortiguación y soporte: Dependiendo del deporte que practiques y de tu tipo de pie, es posible que necesites más o menos amortiguación. Las personas que corren largas distancias, por ejemplo, necesitan una buena amortiguación en el talón y la planta del pie para absorber el impacto constante.
- Ajuste personalizable: Algunos zapatos deportivos ofrecen opciones de ajuste personalizables, como plantillas removibles o sistemas de cierre con correas. Esto puede ser útil si tienes pies de forma inusual o si usas plantillas ortopédicas.
- Estabilidad y soporte lateral: Si practicas deportes que implican movimientos laterales, como el tenis o el baloncesto, asegúrate de que el zapato ofrezca soporte lateral adecuado para evitar torceduras de tobillo.
El pie sí importa
No subestimes la importancia de un buen par de zapatillas: pueden ser tu mejor aliado en el camino hacia una vida más activa y saludable.