Tenemos que hablar de la salud en el trabajo. Se trata de un tema cuya conciencia se debe potenciar de manera continua. Las empresas necesitan gente sana para desarrollar sus funciones y las personas necesitamos que exista una seguridad en el trabajo, algo que nos permita no tener la sensación de que estamos expuestos a peligros que no solo nos puedan impedir realizar nuestro trabajo de una manera habitual, sino que también ocasionen problemas para realizar cualquier acción ligada a nuestra vida privada o que incluso nos puedan provocar la muerte.
Son muchas las cosas que nos pueden conducir a tener una mala salud por culpa del trabajo. Se habla muchas veces, y con razón, de los problemas que tienen que ver con la salud mental, que son más evidentes que nunca porque ahora sí gozan de la visibilidad que muchas veces no han tenido. Pero nosotros no vamos a ir por ahí en este artículo. Vamos a hablar de algunos de los aspectos tangibles, físicos, que pueden tener que ver con algunos de los accidentes que se producen durante el día a día en las fábricas, en las oficinas, en los comercios y en todo tipo de establecimientos y lugares en los que hay personas trabajando.
Es verdad que muchas empresas han incorporado mucho material para garantizar la seguridad de sus empleados. La venta de calzado, ropa, arneses, andamios de más calidad y otras tantas cosas ha tenido una influencia muy positiva en lo que tiene que ver con los accidentes laborales que se producen en el interior de nuestras fronteras. Ni que decir tiene que las instituciones públicas tienen parte de la culpa en este sentido porque han estado muy encima de las empresas, haciendo posible que esas empresas hayan decidido apostar por la seguridad de sus trabajadores aunque solo sea por evitar la sanción que les puede llegar en caso de no hacerlo.
Pero está claro que quedan muchas cosas por mejorar. Se siguen produciendo accidentes de trabajo todos los días en muchos sitios en España. Este 2024 es una buena muestra de ello y lo vamos a ver a través de una noticia que vio la luz en la página web del diario El Mundo. En ella, se hace saber que el número de accidentes laborales producidos en los primeros seis meses de este año creció en un 8% en comparación con los seis primeros meses del año pasado. No es una buena noticia ni mucho menos, así que toca hacer examen de conciencia.
No son buenos datos tampoco los que nos deja otra noticia, en este caso publicada en la página web de RTVE en abril de este mismo año. El dato es demoledor: en el año anterior, se habían producido 2 muertes cada día y se habían producido más de 600.000 accidentes de trabajo en el interior de nuestras fronteras. El total de muertes, por cierto, desde el año 1988 ya supera las 42.000, una cifra igual o superior que la de muchos pueblos de gran tamaño. La verdad es que asusta solo leerlo, pero hablar de estos datos es siempre la mejor manera para ser consciente de lo que nos queda por mejorar y empezar a trabajar para conseguir esta mejora de la que estamos hablando.
Si se ha mejorado en dotar de más material para cuidar de la salud de los trabajadores en centros de trabajo, ¿por qué se siguen produciendo accidentes y muertes? La explicación puede ser más simple de lo que parece. En muchas ocasiones, nos fiamos en uno de los campos que más accidentes puede provocar: la suciedad. Cuando hay polvo, cuando hay material para tirar que no ha sido todavía retirado de una zona de trabajo o cuando no hay un mantenimiento de las zonas en las que se trabaja, las posibilidades de sufrir un accidente se multiplican de una manera exponencial. Y muchas veces no valoramos lo suficiente lo que esto supone.
Se producen muchos accidentes de trabajo a causa de resbalones o caídas que serían evitables si se trabajara correctamente un aspecto como el de la limpieza y la higiene en el entorno del trabajo. Es necesario que entre esas labores de limpieza se realicen día a día para evitar que la suciedad se acumule y los riesgos se multipliquen de manera exponencial. Para ello, habituarse a estos aspectos y tener un servicio de limpieza que sea eficaz es lo mejor. No cabe la menor duda de que eso siempre va a jugar a nuestro favor y que va a propiciar que mucha gente no tenga que pasar por la cantidad de problemas que se derivan de un accidente de trabajo.
Cuando una empresa contrata un servicio de limpieza para sus instalaciones, tiene que asegurarse de que ese servicio sea completo y que cubra hasta la última de las necesidades que tienen en materia de higiene para dar la imagen que corresponde y garantizar que no se vayan a producir accidentes que se puedan imputar directamente a la suciedad. Esto requiere de la limpieza de las zonas de paso, el pulido de los suelos, la limpieza también de los garajes o parkings, la limpieza de cristales y fachadas… aspectos en los que Gadeslimp lleva trabajando la friolera de 30 años y que sin duda juegan un papel muy importante para que las opciones de sufrir caídas, resbalones o problemas de salud ocasionados por la falta de limpieza sean mínimas, por no decir nulas.
Ojo al factor ambiental
El factor ambiental también tiene su importancia a la hora de evitar problemas de salud en el trabajo. Imaginemos un entorno en el que no se suela limpiar con la frecuencia que se requiere. No solo vamos a acumular suciedad en superficies como mesas o demás muebles, sino que también va a haber suciedad en el aire, en el ambiente del lugar en el que se trabaja. Esto puede provocar problemas en materia de respiración, problemas que pueden ser bastante difíciles de solucionar y que generan que una persona necesite tiempo antes de volver a sentarse en su silla y ocupar su puesto.
Porque tened en cuenta una cosa: el polvo ambiental no solo se produce en lugares de corte industrial, como las fábricas. También puede producirse en un entorno que se presupone más limpio, como una oficina. Precisamente por eso no hay que bajar nunca la guardia y apostar por la limpieza diaria de cualquier espacio de trabajo, tenga las características que tenga.
Y no digamos ya lo importante que es la limpieza en el seno de un comercio… Aquí, además de lo que hemos comentado hasta la fecha, debemos tener en cuenta que se está protegiendo la imagen del negocio y la de los productos que se encuentran en su interior, además de la salud de los clientes. No hay nada que nos vaya a generar peor imagen que el hecho de que un cliente tenga que sufrir algún daño físico en nuestro establecimiento. Puede ser el principio de nuestro fin y ese es motivo más que de sobra para que no se nos olvide cuidar hasta del más mínimo aspecto que tenga que ver con la limpieza y la higiene de nuestro negocio.
Toda la campaña de marketing que se realice en el seno de un negocio puede irse al traste si no se cuida como se debe de un aspecto como la limpieza o la higiene. Se verá perjudicado todo lo que tenga que ver con él: la experiencia de compra de sus clientes, la calidad de sus productos e incluso la productividad de todos y cada uno de sus trabajadores. Con estos mimbres, como seguramente ya hayáis pensado, es imposible que la actividad que estamos desarrollando pueda continuar durante mucho más tiempo. El fin de este comercio estaría cantado y llegaría más pronto que tarde.
Demasiados problemas y desgracias ha causado ya la falta de prevención en el trabajo como para seguir haciendo posible que existan riesgos que se pueden eliminar. Hay que coger el toro por los cuernos y potenciar todo lo que nos pueda ayudar a eliminar esos riesgos. Eliminar la suciedad es una de las facetas que debemos tener más controladas en este sentido. Podemos decir que ahora existe una mayor conciencia al respecto de este tema, pero nunca está de más que pidamos que se extremen las precauciones todavía un poco más. Podemos estar colaborando para salvar un problema, incluso una vida. ¿Qué puede haber que sea más importante que eso?
La prevención de riesgos laborales empieza por darse cuenta de estas cosas. Y por eso debemos tenerla más en cuenta que nunca. Ojalá que siga creciendo la conciencia que está ligada a esta materia. Sin duda, esto será elemental a la hora de conseguir que los riesgos se extingan y que la prevención termine de ser efectiva. Eso nos favorecerá a todos y a todas, que no os quepa la menor duda. No hay derecho a que un trabajador o trabajadora esté expuesto a los peligros de su actividad sin protección o medidas concretas.