Consejos para elegir la mejor copa para cada vino

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Los expertos explican que no puedes beber el vino en cualquier copa. Existen muchas variedades de vino aunque los más conocidos sean el tinto o el blanco. Tampoco puedes servir el vino en un vaso, porque las copas de vino proporcionan el aroma de su contenido en el cáliz. El tallo permite que sostengas la copa sin que transmitas el calor de tus manos al vino, para no alterar su temperatura.

Una copa debe ser de cristal o vidrio fino y transparente, para que no pueda influir en la percepción de los aromas, colores y sabores. De esto nos han dado una clase magistral los profesionales de Grabados Cristafiel, que explican que también puedes servir el vino en copas de cristal personalizadas sin tanto esfuerzo, y puedes poner el emblema de tu familia, o el logo de tu empresa.

Evita llenar la copa hasta arriba, ya que es aconsejable no superar un tercio de la capacidad de la copa, para poder mover el vino con libertad y evitar que este acabe derramándose. Además, las copas pequeñas son incómodas porque tienes que rellenarlas constantemente. Es muy importante apreciar las tonalidades del vino, así que no puedes utilizar copas tintadas. Apuesta por copas con los bordes redondeados hacia el interior, porque permitirán que los aromas se concentren.

No es recomendable copas húmedas para servir vino. Debes secarlas y limpiarlas para no afectar al sabor. Tampoco puedes servir el vino nada más salir del refrigerador, los expertos explican que es mejor esperar unos minutos para poder tomarlo con todos sus aromas y matices. A continuación, te explicamos a qué vinos les va mejor uno u otro tipo de copa:

Copa borgoña

Es una copa grande, de cuello ancho y de cáliz voluminoso. El tallo es largo y es una copa que permite que el vino respire y también puedes agitarla, para que la bebida se mezcle con el aire y se abra.

Si tienes una celebración y quieres utilizar esta copa opta por un vino untuoso que no sea joven y soporte bien la oxidación.

Copa burdeos

El cuello es cerrado aunque no estrecho y el cáliz es más alargado y alto que la copa anterior. La copa burdeos es perfecta para vinos tintos.

El cuello largo permite que la copa se pueda agitar para despertar los aromas. Para la cena recurre a esta copa para un vino joven y con crianza.

Cabernet Sauvignon

Es más pequeña que la copa burdeos y es idónea para los vinos más temperados de esta variedad, que son ligeros pero con sabor.

Chardonnay

Es una copa de cuello amplio y de tallo más bajo. Si quieres disfrutar de un vino blanco afrutado opta por esta copa, porque ofrece todo su aroma al primer sorbo, por lo que no es necesario un cuello estrecho que lo concentre ni una copa con volumen porque calienta el vino.

Blanco seco

La copa para blancos secos tiene mayor volumen, un tallo alto, un cuello en cilindro y una base de cáliz ancha. Esta copa permite que el vino en el interior respire y que se puedan concentrar los aromas.

Sauternes

Es como la copa del blanco seco en versión más pequeña, pero sin el cáliz barrigudo ni el cuello estrecho. Es perfecta para cualquier vino dulce.

Flauta

«Para los vinos espumosos, la copa ideal debe ser vertical, denominada flauta, especialmente diseñada para la observación del desprendimiento de burbujas en un largo recorrido y al mismo tiempo también para concentrar los aromas desprendidos en su parte superior ligeramente más cerrada», informa la revista digital Vinetur.

Consejos para lavar las copas

Los mejores consejos para lavar las copas de vino son los siguientes:

-Si las copas tienen manchas secas puedes utilizar el vinagre blanco. Llena la copa con agua tibia, echa un poco de vinagre y dejar reposar diez minutos antes de limpiarlas.

-Evita el lavavajillas para lavar las copas de vino y si lo utilizas baja la temperatura del agua y comprueba que no haya restos de detergentes o marcas en el cristal.

– Para no dañarlas usa un jabón suave o neutro.

-Enjuaga bien las copas de vino con agua tibia. Evita introducir tu mano para lavarlas, porque puedes romperlas.

-No utilices esponjas metálicas, por lo que es mejor esponjas suaves.

-Seca las copas lentamente con un trapo de tela seco o papel de cocina.

¿Dónde guardar las copas?

Es muy importante elegir un sitio para guardar las copas. Te recomendamos un lugar cerrado y alejado del polvo. No puedes guardarlas boca abajo porque corren más riesgo de romperse, ya que el tallo es su parte más delicada. Deja el suficiente espacio entre ellas para que no se rayen. La mejor opción es guárdalas en la caja en la que las compraste.

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