Hay muchos momentos que son especiales a lo largo de nuestra vida. Desde que somos pequeños nos vamos familiarizando con este tipo de momentos. El primero de todos llega cuando nos bautizamos, aunque de ese normalmente no somos conscientes al no haber cumplido ni siquiera un año. En la comunión, por ejemplo, la cosa cambia por completo porque sí que tenemos una edad y la cogemos con ganas principalmente gracias a los regalos. Sin embargo, creemos que todos esos momentos se quedan pequeños al lado del que vamos a mencionar a continuación, que no es otro que una boda. Para mucha gente, este es el evento de su vida. Y no es para menos.
Una boda marca un antes y un después. Cuando nos hemos casado, por regla general, cambiamos de domicilio y empezamos a residir con la persona a la que amamos. Además, queda constituido de manera legal nuestro matrimonio, con todas las implicaciones que eso conlleva en el régimen de gananciales o separación de bienes que hayamos escogido y los derechos que eso nos proporciona. Aunque es verdad que hay personas que hacen vida de casadas antes de oficializar su enlace, lo cierto es que el momento clave es aquel en el que celebramos un evento de este calibre con nuestra familia y amigos. Eso es lo que hace especial que llegue un día como el de nuestra boda.
La gente se sigue casando en el interior de nuestras fronteras por mucho que tengamos la sensación de que el número de bodas se reduce. De acuerdo con una noticia que vio la luz en la página web del diario El Confidencial, en el año 2022 se acrecentó el número de bodas en un nada despreciable 20’5%, que era la cifra más alta desde el año 2008. Lo que se ha reducido, y quizá por eso tengamos la sensación que decíamos más arriba, es el número de bodas religiosas. Y es que es cierto que las bodas civiles han crecido en detrimento de las que se celebran en el altar, que tradicionalmente han sido las más numerosas.
Una de las cosas que hay que tener en cuenta cuando nos vamos a casar es organizar a los invitados que van a acudir a nuestra boda. Es necesario pensar detenidamente en ello, dedicarle el tiempo que sea necesario y tener en cuenta todo lo que eso vaya a implicar para nuestro día. Como en otros momentos de nuestra vida, hay que tener una capacidad de previsión y de planificación puesto que el número de comensales también implica que el coste de boda sube. Acordaos de no dejaros a nadie a quien consideréis de especial importancia y que haya formado parte de vuestra vida de una manera muy especial.
En un artículo que fue publicado en la página web de El Confidencial, en concreto en su sección Vanitatis, se recoge una guía definitiva para hacer la lista de invitados para nuestra boda. A continuación, os desgranamos los pasos que se establecen ahí:
- Establecer una cifra aproximada siempre es un buen punto de partida para saber a lo que atenernos, especialmente en relación a lo que estábamos indicando acerca del presupuesto.
- Hacer un borrador es idóneo. Es interesante que las dos personas que os casáis hagáis una lista por separado y luego las comparéis para empezar a ir tomando una decisión que tenga tintes de ser definitiva. Es la mejor manera de llegar a un acuerdo.
- Hay que hacerse preguntas antes de invitar a alguna persona con la que tengamos dudas. ¿Os habéis visto en los últimos años? ¿Os haría felices que estuviera en vuestra boda? ¿Habéis hablado en los últimos meses? De la respuesta de esas preguntas depende la decisión final que vayáis a tomar.
- Tenemos que ser fieles a nosotros mismos y no cumplir con los deseos de nuestros familiares. Recordad que sois vosotros los protagonistas y que a vuestra boda deben acudir solamente las personas que consideréis. En España se ha estilado muchas veces que se tenga en cuenta los deseos del resto de la familia y esa no es siempre una buena idea.
Otro de los asuntos de los que tenemos que estar muy pendientes en una boda es del vestido y el traje que vayan a escoger el novio y la novia. La imagen que se desprenda de ellos durante un evento tan importante como este va a depender en buena medida de ese traje o vestido, así que acertar es una necesidad total y absoluta. De hecho, es bastante posible que una de las primeras decisiones que tomemos cuando decidimos casarnos es escoger el traje o vestido que vayamos a llevar en un momento tan importante de nuestras vidas. Hay casos en los que esta decisión se toma antes que la propia fecha en la que se va a celebrar el enlace.
Acertar con el vestido de novia es la máxima prioridad de una mujer que vaya a casarse. Se trata de una de las decisiones más importantes que va a tomar en relación a todo este evento y debe escoger aquella pieza con la que se vaya a sentir realmente cómoda y gracias a la que se vea especialmente bella. Dicen desde La Pepa Alicante, una tienda especializada en la venta de todo tipo de vestidos, que el tiempo medio para escoger un vestido definitivo ha ido creciendo paulatinamente con el paso de los años y lo cierto es que a sus profesionales no les extraña en absoluto teniendo en cuenta la relevancia de esta decisión.
No debemos descuidar otros aspectos ligados a nuestro cuerpo
Hay otros asuntos de los que tenemos que estar muy pendientes en relación a nuestro cuerpo durante el día de la boda. En el caso de las mujeres, el peinado es muy importante y el maquillaje también. Serán los complementos perfectos para el vestido y para garantizar que sacamos el máximo partido posible de nuestra belleza. Los zapatos también tienen una relevancia importantísima puesto que la novia es la principal protagonista de un evento como este y va a tener puestas todas las miradas de las personas que asistan a él. Siempre ha sido así y tiene toda la pinta de que se va a mantener de este modo.
Está claro que el novio también atrae muchas de las miradas de los invitados. No podía ser de otra manera. Y también él tiene muchas cosas de las que ocuparse en relación a su outfit en un día tan especial. El peinado es importante, complementos como los relojes o colgantes también juegan su función y, como no podía ser de otra manera, también tiene que darle el mayor lustre posible a sus zapatos. No puede existir un detalle que no haya sido cuidado con mimo. Las fotos de la boda, esas que vemos de vez en cuando, tienen que revelar que en el día de su boda iba hecho todo un pincel.
Huid de vuestros miedos si vuestra boda es entre personas del mismo género
En España, es perfectamente legal el matrimonio entre personas del mismo género. Es uno de los grandes avances que se han podido conquistar a lo largo de este siglo y este país ha sido uno de los grandes pioneros en reconocer este tipo de matrimonio en todo el mundo. Eso es lo que, por supuesto, os debe hacer huir de vuestros miedos si la boda es con una persona de vuestro mismo género. Todo lo que hemos dicho en los párrafos anteriores es perfectamente válido en vuestro caso y debéis tener la tranquilidad de que vuestra boda va a ser igual de bonita que la del resto.
Una de las mejores maneras de predicar con la justicia es reconocer este tipo de matrimonios. Desde luego, lo importante entre dos personas que se quieren es el amor que se profesan entre ellas, y no el género que tenga cada una y si el tipo de relación se ajusta a lo que la sociedad ha exigido a lo largo de los siglos. Vivimos en el siglo XXI, hay muchas cosas que han cambiado para bien y la gente se tiene que acostumbrar a eso. El amor se puede vivir de una manera mucho más libre ahora y una de las cosas que lo ponen más de manifiesto es el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El pensamiento de la gente ha cambiado mucho y ahora un matrimonio de estas características no resulta extraño a pesar que hace menos de dos décadas desde que se legalizó. Es cierto que hay muchas zonas del mundo en las que esto todavía no ocurre y en las que hay que seguir peleando para que se haga justicia, pero estamos convencidos de que se van a seguir experimentando avances en otros países. Es necesario y es justo que así sea. Y también debemos valorar el país en el que nos encontramos, que en este sentido se ha convertido en un orgullo para todos nosotros y nosotras.