La sexualidad es una parte importante de la experiencia humana. Está presente durante toda nuestra vida, aunque pasa por diferentes etapas. Incluye una amplia variedad de aspectos más profundos que, a veces, son difíciles de entender como la biológica, emocional, social y cultural. Desde la anatomía y el funcionamiento del cuerpo hasta las emociones, creencias y acciones que forman parte de nuestra vida diaria. La sexualidad es un aspecto importante de lo que somos como seres humanos.
La terapia sexual aún es un tema tabú para muchas personas, y muchas personas no se sienten cómodas compartiendo esta información.
Sin embargo, hay algunas investigaciones que sugieren que la terapia sexual es cada vez más popular en España. Un estudio realizado en 2018 por la Sociedad Española de Sexología encontró que el 14% de los españoles había acudido a terapia sexual en algún momento de su vida.
¿Qué es la terapia sexual?
La terapia sexual es un enfoque terapéutico diseñado para mejorar la salud sexual y el bienestar emocional de las personas. Ofrece un ambiente seguro y confidencial para explorar y abordar una amplia gama de preocupaciones, preguntas y desafíos relacionados con la sexualidad.
La terapia se compone de varias sesiones en las cuales, el profesional establece herramientas y estrategias que se deben seguir según cada caso. El objetivo es comprender la sexualidad para saber resolver los problemas y aumentar el deseo y la satisfacción sexual.
Los terapeutas sexuales son profesionales de la salud mental con formación específica en sexología. Cuentan con las herramientas y el conocimiento necesarios para ayudar a las personas a explorar su sexualidad de forma sana y placentera.
Problemas que se tratan en terapia sexual
La terapia sexual es un campo de la psicología que se dedica a ayudar a las personas a mejorar su vida sexual. Se basa en la idea de que la sexualidad es una parte importante de la salud y el bienestar general, y que las dificultades sexuales pueden tener un impacto significativo en la vida de las personas.
Los problemas que se pueden tratar con la terapia sexual son muy diversos, e incluyen:
Disfunciones sexuales
- Disfunción eréctil: dificultad para lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener una relación sexual satisfactoria.
- Eyaculación precoz: eyaculación que ocurre involuntariamente antes o durante la penetración, sin el control del hombre.
- Anorgasmia: dificultad o incapacidad para alcanzar el orgasmo.
- Vaginismo: contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico que hace que la penetración sea dolorosa o imposible.
- Dispareunia: dolor durante la relación sexual.
Falta de deseo sexual: desinterés en la actividad sexual.
Problemas de comunicación
- Dificultad para hablar sobre sexo con la pareja.
- Expectativas sexuales diferentes entre los miembros de la pareja.
- Dificultad para expresar necesidades y deseos sexuales.
Problemas relacionados con la autoestima
- Sentimientos de vergüenza o culpa sobre el cuerpo o la sexualidad.
- Miedo al fracaso o al rechazo.
- Imagen corporal negativa.
Problemas relacionados con el trauma
- Secuelas de abuso sexual.
- Disfunciones sexuales causadas por trauma.
Problemas relacionados con la orientación sexual o la identidad de género
- Dificultad para aceptar la propia orientación sexual o identidad de género.
- Sentimientos de vergüenza o culpa.
- Dificultad para encontrar pareja.
Adicción al sexo
Comportamiento sexual compulsivo que interfiere con la vida personal, laboral o social.
Todo esto, como explican en Emma Ribas, con un equipo de más de 15 psicólogas especializadas en sexología “ los problemassexuales pueden estar desencadenando otros síntomas en ti que ni siquiera eres consciente, como pueden ser la depresión, el estrés, la desmotivación, la baja autoestima, la falta de deseo o la frustración con la vida, entre otros.”
¿Cómo funciona la terapia sexual?
La terapia sexual es un proceso que se lleva a cabo entre un terapeuta sexual y un individuo o una pareja. El objetivo de la terapia sexual es ayudar a las personas a mejorar su vida sexual y a resolver cualquier problema que puedan estar experimentando.
El proceso de la terapia sexual generalmente se divide en las siguientes etapas:
- Evaluación. En la primera etapa, el terapeuta sexual recopilará información sobre la historia sexual del individuo o la pareja, sus problemas sexuales y sus objetivos para la terapia. El terapeuta también puede realizar un examen físico para descartar cualquier causa médica de los problemas sexuales.
- Educación. En la segunda etapa, el profesional se centra en enseñar y educar sobre la fisiología sexual, así como de la respuesta sexual y las técnicas sexuales.
- Intervención. En la tercera etapa el terapeuta colaborará con el individuo o la pareja para identificar las causas subyacentes de sus problemas sexuales y desarrollar estrategias efectivas para abordarlos. Para lograr esto, el terapeuta puede recurrir a diversas técnicas terapéuticas, tales como la terapia cognitivo-conductual, la terapia de desensibilización sistemática y la terapia de comunicación.
- Seguimiento. En la última etapa, el terapeuta dará seguimiento al individuo o la pareja para asegurarse de que los problemas sexuales se hayan resuelto y que estén satisfechos con su vida sexual.
La terapia sexual puede ser un proceso breve o largo, dependiendo de la complejidad de los problemas sexuales. La mayoría de las personas experimentan una mejoría en su vida sexual después de unas pocas sesiones de terapia.
¿Qué técnicas se utilizan en la terapia sexual?
Las técnicas utilizadas en la terapia sexual se adaptarán a las necesidades específicas de cada persona o pareja. El terapeuta sexual seleccionará las técnicas más adecuadas en función del problema sexual que se esté tratando, las características individuales y las preferencias de la persona o pareja.
Información y educación sexual
- Brindar conocimiento sobre la anatomía, fisiología y respuesta sexual humana.
- Aclarar mitos y creencias erróneas sobre la sexualidad.
- Fomentar la comunicación abierta y honesta sobre las necesidades y deseos sexuales.
Focalización sensorial
- Ejercicios para aumentar la conciencia y el disfrute de las sensaciones corporales.
- Técnicas de respiración y relajación para reducir la ansiedad y mejorar la excitación.
- Experimentación con diferentes tipos de estimulación sexual.
Estrategias para mejorar la respuesta sexual
- Técnicas para aumentar la lubricación vaginal.
- Ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico.
- Entrenamiento para controlar la eyaculación.
- Terapia de desensibilización para abordar la anorgasmia.
Terapia de pareja
- Ayudar a la pareja a mejorar la comunicación y la comprensión mutua.
- Resolver conflictos relacionados con la sexualidad.
- Fomentar la intimidad y el deseo sexual.
Otras técnicas
- Terapia cognitivo-conductual para modificar pensamientos y creencias negativas sobre la sexualidad.
- Mindfulness para aumentar la presencia y el disfrute del momento presente.
- Terapia con juguetes sexuales para explorar nuevas sensaciones y posibilidades.
Beneficios de la terapia sexual
La terapia sexual ofrece numerosos beneficios tanto a nivel individual como de pareja.
Para individuos
- Mejora del conocimiento y la comprensión de la propia sexualidad.
- Aumento del placer y la satisfacción sexual.
- Superación de problemas sexuales como la disfunción eréctil, la anorgasmia o el vaginismo.
- Reducir la ansiedad y el estrés, que en ocasiones pueden tener una estrecha relación con la sexualidad.
- Quieren aumentar su autoestima y la confianza en sí mismo.
- Mejorar las habilidades comunicativas para que sea más efectiva en cuanto a las necesidades y deseos sexuales.
- Superación de traumas o experiencias sexuales negativas.
Para parejas
- Mejora de la comunicación y la comprensión mutua en la esfera sexual.
- Resolución de conflictos relacionados con la sexualidad.
- Aumento de la intimidad y el deseo sexual.
- Mayor satisfacción con la relación de pareja.
- Desarrollo de nuevas y más placenteras experiencias sexuales.
- Superación de dificultades como la infidelidad o la falta de deseo sexual.
En general, la terapia sexual puede ayudar a las personas y parejas a disfrutar de una vida sexual más plena y satisfactoria.
¿Cómo saber si necesito terapia sexual?
No existe una respuesta única a esta pregunta, ya que la decisión de buscar terapia sexual es personal y depende de cada individuo o pareja. Sin embargo, hay algunos indicadores que pueden ayudarte a determinar si la terapia sexual podría ser beneficiosa para ti:
Si experimentas alguno de los siguientes problemas:
- Disfunciones sexuales como disfunción eréctil, anorgasmia, vaginismo, eyaculación precoz, deseo sexual hipoactivo, dolor durante las relaciones sexuales, dificultades para alcanzar el orgasmo, falta de deseo sexual, ansiedad o estrés relacionados con la sexualidad, etc.
- Dificultades de comunicación en la cama.
- Tienes problemas de intimidad con tu pareja.
- Has tenido experiencias poco satisfactorias e incluso traumáticas.
- No sabes realmente cuál es tu orientación sexual o si tienes problemas con tu identidad de género.
- No te sientes cómoda y sientes inseguridad al hablar de temas sexuales con tu pareja.
- No estás satisfecha sexualmente y no sabes realmente por qué.
- Quieres ampliar y conocer nuevas facetas de tu propia sexualidad.
- La falta de comunicación te preocupa y quieres mejorar la comunicación y conexión que tienes con tu pareja en el ámbito sexual.
- Los problemas que tienes a nivel sexual los has intentado resolver mediante otros métodos y no han sido efectivos.
- Si te sientes desanimada, insatisfecha e incluso confundida con tu situación a nivel sexual.
- Quieres experimentar, explorar e incluso comprender otros aspectos de tu propia sexualidad.
- Buscas maximizar el disfrute y bienestar sexual.
- Si tienes inquietudes sexuales.