He pertenecido, o pertenezco, a la generación que creció con la famosa frase de “el hombre cuanto más oso, más hermoso”. Pues no, queridos hermanos, el hombre cuanto más oso, más horroroso. Os lo digo por experiencia. Os lo dice una persona que desde que se hizo la depilación láser su vida fue a mejor en todos los aspectos.
Un hombre que desde que ya no tiene pelo nadie se le queda mirando en la piscina como si hubiera salido el Hombre de Crogmañon. Y os puedo contar un montón de experiencias en las que me he sentido ridículo y muy mal por tener más pelo que el hombre de las cavernas. Por eso, y antes de comenzar mis razones ya os digo que sí a la depilación porque os puede cambiar la vida.
La depilación es una algo que está ahí desde siempre. Y que se hace por razones estéticas, higiénicas y culturales, pero sobre todo que se hace porque a uno le da la gana, como fue mi caso, no tengo que dar más explicaciones, algo de lo que estoy harto.
Sin embargo, muchas personas, yo creo que siempre porque hablan sin saber, se preguntan si realmente es beneficioso depilarse y cómo puede beneficiar su calidad de vida. Pues bien, lo primero que tienen que hacer es hablar con profesionales, como hice yo, y luego con personas que como yo han pasado por estos tratamientos. Ellos son los que tienen que hablar, y no acudir al cuñado de turno que te diga que “la depilación es cosa de mujeres”. Ay, qué cruz.
La verdad es que si me pongo a hablar de los beneficios que tiene una depilación podría estar escribiendo hasta mañana. Pero seguro que los lectores de este artículo también tienen otras cosas qué hacer.
Beneficios
Pues bien, la depilación ante todo es higiene y frescura. Desde el primer día que me quitaron el pelo del cuerpo vi cómo se me reducía la acumulación de sudor y bacterias, lo que me ayudó ayudar a prevenir malos olores y mejorar la higiene personal. Y es algo que las mujeres con las que estaba en la intimidad era algo que agradecían y yo también.
Luego con el paso del tiempo vas notando que tienes una piel más suave y estética. Según me contaron en el centro de estética Linaje, la depilación proporciona una piel lisa y sin vellos. Y así fue. No es la primera vez que después de estar con alguien me decía que tenía la piel muy suave, como la de un bebé. Y eso es algo que se agradece.
Y sí, no tener pelo es comodidad, digan lo que digan. En algunas zonas del cuerpo, como por ejemplo me pasa a mí con las axilas o las piernas, el no tener pelo reduce la fricción y la irritación. Recuerdo que en mis partes íntimas siempre tenía escozor por culpa del pelo que tenía en ellas.
Cuando voy a la playa o la piscina, en resumen cuando llega el esperado verano, también agradezco el haber pasado por la clínica de estética. Y es que sin vello, la piel absorbe mucho mejor las cremas hidratantes, los aceites y otros productos de cuidado personal. Y la crema antisolar también por lo que la efectividad también es mayor.
En mi caso yo no hago deporte, pero sí es cierto que otros compañeros que se han hecho la depilación por laser me han dicho que desde entonces se sienten más cómodos y han mejorado su rendimiento. Por ejemplo, reduce la resistencia al agua o al aire y también facilita la cicatrización de heridas o para los masajes deportivos.
Por último, lo que tengo claro es que lo más importante cuando quieres depilarte es elegir el método de depilación que mejor se adapte a las necesidades de cada persona. El más tradicional es el afeitado, aunque ya os digo yo que los resultados no son los mismos. Luego está la dolorosa cera, o como ha sido en mi caso, la láser, que para mí es la que mejor rendimiento te ofrece, y los expertos también lo dicen.
Sin embargo, y como os decía al principio, la decisión de depilarse o no es completamente personal y debe basarse en lo que haga sentir mejor a cada persona. Yo simplemente os he contado mi caso personal, luego que cada uno haga lo que quiera, ahora bien, que nadie siga pensando eso de que el hombre cuanto más oso, más hermoso. Me niego.